Hakuho (15-0) sobre Baruto (8-7). Ganando el yusho en un torneo muy complicado por cuestiones extra deportivas. El Yokozuna comentó entre lágrimas: “Lo que más gusto me dio fue venir a este lugar (estadio). Quiero agradecer a todos los fans de Nagoya que nos apoyaron durante los 15 días a pesar de las circunstancias”. “A pesar de ser un torneo muy difícil me esforcé en unificar mi cuerpo y mi mente”.
Nakanokuni (4-3) sobre Kanbayashi (5-10). El luchador chino aseguró su promoción al Juryo con esta victoria: “Mi papás me dijeron que mientras no alcanzara el grado de Sekitori no vendrían a Japón a verme. Por fin les podré pedir que vengan”.
Masuraumi (3-12) sobre Sakaizawa (7-8). Un rikishi de la división del Juryo perteneciente al Onomatsubeya, donde varios luchadores fueron suspendidos por el escándalo de las apuestas ilegales. Estos problemas se vieron afectados en su sumo perdiendo los primeros 11 encuentros del torneo: “Fue un torneo extremadamente largo. Aprendí que aunque uno esté en medio de una racha de derrotas no debe de darse por vencido”.
Kimurayama (8-7) sobre Kakizoe (3-12). Su primer kachikoshi en el Makuuchi: “Tenía que ganar a como diera lugar. Me siento muy bien”.
Takamisakari ((9-6) derrotado por Shimotori (6-9). Perdiendo la oportunidad de ganar el Shukunsho: “Me esforcé muco y di lo mejor de mi”.
Homasho (11-4) derrotado por Aran (11-4). No pudiendo imponer una marca personal de más victorias quedándose en 11: “Al principio del torneo me sentía con la duda de si podría o no tener una buena participación ya que venía de un kyujo. Quiero desarrollar un sumo en el que sea invencible una vez tomado el mawashi izquierdo”.
Kotoshogiku (5-10) derrotado por Wakanosato (9-6). No tenía un récord tan malo desde el Nagoya basho del 2007: “Me siento sin fuerzas. El torneo pasó demasiado rápido”.
Kakuryu (11-4) sobre Kisenosato (7-8). Hacía cinco torneos que no llegaba a 11: “Mi tachiai fue bueno. Hice mi mejor esfuerzo por lo que estoy contento con los resultados”.