Senshuraku

Senshuraku


El torneo se había decidido ya el día anterior, así que la emoción por el título de Makuuchi ya se había disipado. Bueno, la verdad es que apenas hubo emoción en el torneo por esta causa por la tremenda superioridad de Asashoryu sobre el resto de luchadores. Sin embargo había aún mucho que ver en el Kokugikan, ya que en Jonidan se iba a disputar un playoff para dilucidar el campeón y también quedaban por saber quienes iban a recibir los premios sansho. Así pues, a eso de las 10 de la mañana ya me encontraba en el interior del recinto de sumo dispuesto a ver la jornada completa. Y es que el último día hay menos combates por disputar, ya que la mayoría de los luchadores ya han finalizado su participación en el torneo, por lo que la hora de inicio de los mismos se alarga un poco. Ese día me acompañaron los dos amigos de Barcelona a los que había conocido en el hotel el primer día de mi estancia en Tokio. Ellos se habían ido de turismo por toda la isla pero les convencí de que a la vuelta tenían que ir a ver una jornada de sumo, y para allá nos fuimos los tres. También estuve ese día con John y con Mark, de los que ya me despedí con la esperanza de volver a verles pronto.

Metidos ya en lo que son los combates de sumo, la jornada fue idéntica al resto de los días hasta los combates de Juryo. Tras ellos se disputó el playoff de Jonidan y el de Juryo y posteriormente se entregaron los premios a los vencedores de las cinco categorías, Jonokuchi, Jonidan, Sandanme, Makushita y Juryo. Después subió al dohyo Kitanoumi Rijicho junto a los integrantes del sanyaku para agradecer a todo el público su asistencia durante los 15 días de competición. Otra cosa novedosa del senshuraku es el sanyaku soroi-bumi, en el que los tres últimos luchadores de cada lado suben al dohyo para realizar unos shiko.

Finalizado el último combate del torneo, era el momento de hacer público el nombre de los ganadores de los sansho, que fueron a parar a manos de Aminishiki, Kisenosato y Ama. Después llegó el momento de la entrega de los premios al Yokozuna como vencedor del Aki Basho. Y la verdad es que es impresionante la cantidad de trofeos que se le entregan al ganador. El primero, por supuesto, es la Copa del Emperador, el más importante de todos que le entrega el propio Kitanoumi Rijicho. A continuación fue el Primer Ministro japonés, el recién elegido Shinzo Abe, quien subió al dohyo para hacerle entrega de un voluminoso trofeo con la ayuda de un yobidashi, ya que él apenas podía levantarlo. Después y durante casi media hora Asashoryu fue recibiendo multitud de trofeos de diferentes empresas o de diferentes gobiernos extranjeros. Luego fue el turno de los agraciados con los sansho, que también subieron al dohyo para recibirlos. La jornada finalizó con una especie de acción de gracias conjunta con el público que aún permanecía en las gradas del Kokugikan, que en un número bastante grande aún permanecían disfrutando, como yo, con los últimos momentos de sumo.

Salí del Kokugikan con la tristeza de saber que no tendría otra oportunidad de ver sumo al menos en bastante tiempo. Sin duda la experiencia había merecido la pena y lo único que quedan son ganas de repetir la experiencia cuanto antes.