Kisenosato (7-1) derrotó al gigante Yamamotoyama (4-4) por yorikiri, siendo el único maegáshira que resta con un solo descalabro. Este fue el primer enfrentamiento entre ambos luchadores. Obteniendo el morozashi desde el comienzo, Kisenosato logró enderezar a su rival de 258 kilos, que a pesar de tener el doble uwate no pudo hacer nada para evitar la carga de su rival. “Pude ejecutar un sumo agresivo”, dijo Kisenosato que sigue muy de cerca los pasos de los invictos Hakuho y Harumafuji.