Que la carrera de un deportista tiene corto recorrido es algo sabido por todos, no lo vamos a descubrir ahora. Quizás en el mundo del sumo, y salvo casos realmente excepcionales como el del mongol Kyokutenho, las lesiones suelen casi siempre acompañar la decisión de un luchador de poner punto y final a su participación en el sumo profesional como luchador. Y el mes de enero no iba a ser una excepción. Ya a mediados del mes de diciembre el todavía Maegashira Tochinowaka anunciaba su retirada, y unos días después de anunciar que no iniciaría el Hatsu Basho, el antiguo Komusubi Homasho anunciaba también su retirada al no poder recuperarse plenamente de la lesión de rodilla que le hizo caer hasta Makushita, aunque seguirá ligado al mundo del sumo como entrenador bajo el nombre de Tatsutagawa oyakata, vinculado a la Shikoroyama beya que dirige el antiguo Sekiwake Terao.
Durante el torneo otros dos antiguos sekitori decidían abandonar la competición en activo; el primero era el Maegashira Towanoyama, actualmente en la parte baja de Makushita y a punto de caer a Sandanme, quien anunciaba que su cuerpo ya no le permitía rendir al nivel que él quería y que por lo tanto abandonaba la competición y el mundo del sumo, ya que no seguirá como oyakata. Y en la misma jornada final del Hatsu Basho era el antiguo Juryo Sensho el que también anunciaba su retirada del sumo tras cosechar un buen varapalo (1-6) en el torneo y tener asegurado su descenso hasta la parte baja de la división, muy lejos ya de los puestos que le permitirían luchar por el ascenso.
Este miércoles se conocerán el resto de los luchadores que han decidido abandonar la competición en activo.