Baruto (2-0) sobre Goeido (0-2). Su segunda victoria consecutiva. “¿Podríamos decir que estuvo bien, no?” Propinando a su rival unos violentos empujones desde el tachiai: “Originalmente pensé en atacar su mawashi, pero cambié de estrategia”.
Tamanoi-beya Oyakata, antes Tochiazuma, comentó su propia experiencia en relación a Baruto: “En algún punto del torneo uno se vuelve descuidado. La clave está en si uno es capaz de recuperarse. Todavía falta mucho”.
Musashigawa Rijicho, sobre Baruto: “Apenas en el segundo día, pero no está nada mal”.
Takamisakari (2-0) sobre Okinoumi (0-2). Venciendo a la nueva sensación Okinoumi: “Es realmente guapo, pero el sumo no se gana con la cara. Es sobre tener experiencia en el dohyo”.
Miyabiyama (1-1) sobre Tochiozan (1-1). Su victoria 500 como Makuuchi: “Hace once años hice aquí mi debut en el Makuuchi y me da mucho gusto haberle ganado a alguien que va a llevar el peso del sumo en sus hombros en el futuro. ¡Me faltan 317 ganados para alcanzar a Kaio!
Toyonoshima (2-0) sobre Aran (0-2). Alcanzando su victoria con un veloz ataque: “El día inaugural mi papá me vino a ver desde la ciudad de Kochi. Quiero mantenerme en la carrera por el yusho hasta el senshuraku para me venga a ver otra vez”.
Aminishiki (1-1) sobre Kotooshu (1-1). Sobre si le emociona enfrentar a los Ozekis: “Si vences a un Ozeki hasta te entrevistan, y además puedo hacer felices a mis padres”.
Kyokutenho (0-2) derrotado por Kaio (2-0). Perdiendo entre alaridos de apoyo a Kaio: “Fue una derrota total. Esas voces de apoyo… (son demasiadas). Es como si fuera nativo de Osaka”
Kakuryu (0-2) derrotado por Hakuho (2-0). Su onceava derrota consecutiva ante el Yokozuna: “Caí dentro de su estilo de sumo. Tengo que vencerlo alguna vez”.