Apenas nos quedan 48 horas para saber si finalmente se disputará o no el Haru Basho y, de hacerlo, si será con público o sin él. Ya en la jornada de ayer nos informaba nuestro compañero José Luis Corral a través de Cibersumo.com de las diferentes cancelaciones que se han realizado no solo en actos previos al torneo sino también en otras competiciones deportivas en todo Japón para tratar de frenar la expansión de los casos de coronavirus.
A este respecto, el responsable del torneo Oguruma oyakata (antiguo Ozeki Kotokaze) comentó hoy ante la prensa que «la situación no está mejorando, tengo que escuchar lo que cada uno de los miembros del rijikai tiene que decir sobre este tema porque no hay precedentes de casos similares.» Preguntado también sobre el jungyo de primavera que tiene previsto ponerse en marcha el día 29 de marzo, dijo que «no hemos llegado tan lejos aún, pero creo que el responsable del jungyo tiene un buen lío entre manos con este asunto. Lo que sí puedo decir es que todos los luchadores están entrenando tan fuerte como siempre.»
Shibatayama Oyakata (antiguo Yokozuna Onokuni), responsable de relaciones públicas de la Kyokai, dijo que «sería bueno que los rikishi solo tuvieran que preocuparse de sus entrenamientos. Creo que la práctica aumentará sus defensas internas. En cuanto a lo que se decida sobre la disputa o no del torneo, no puedo decir nada hasta la reunión del domingo del rijikai.»
También los luchadores han sido preguntados sobre el tema y, sobre todo, por la posibilidad de tener que disputar los combates a puerta cerrada. «¿Sin público, sin el ánimo de la gente? Sin duda sería muy triste pero no es algo que podamos decidir los rikishi. Lo único que podemos hacer es prepararnos a conciencia,» dijo el Maegashira Tokushoryu, último vencedor del torneo de enero. «Se decidirá el domingo, así que no puedo decir nada hasta entonces» añadió el Yokozuna Hakuho.
Los promotores del torneo de Osaka también están preocupados por el hecho de que si finalmente se disputa a puerta cerrada, haya muchos aficionados que acudan igualmente al pabellón para tratar de ver a sus ídolos de cerca cuando lleguen al reciento, algo con lo que tendrían que lidiar.
A los aficionados nos toca esperar cuarenta y ocho horas mas hasta que sepamos la decisión. Y esperemos que la que se tome sea la mas adecuada para estas circunstancias tan complicadas que nos toca vivir en estos días.
