Aunque todos sabemos que el sumo no forma parte del programa olímpico, sí que tendrá una presencia muy destacada en el nuevo Estadio Olímpico de Tokio que se está construyendo para los Juegos Olímpicos del año 2020. Y es que, según informa el rotativo japonés Yomiuri Shimbun, los dos antiguos murales del antiguo estadio olímpico de 1964 (ya derruido), uno con la imagen de Nomi-no-Sukune (considerado como el Dios del Sumo) y otro representando a una diosa griega, tendrán una ubicación preferente en el nuevo recinto olímpico.
Según comentó el arquitecto del proyecto, el japonés Kengo Kuma, su intención es la de colocarlos, junto a otros murales nuevos, a la entrada del nuevo estadio que servirá de sede para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. Las obras del pinmtor Roka Hasegawa tienen cuatro metros de altura y estaban en la grada principal del viejo estadio, permaneciendo allí hasta que en noviembre de 2004 y debido a la demolición de la obsoleta instalación, se desmontaron y se trasladaron al Consejo de Deportes de Japón, donde han permanecido en depósito hasta ahora.
“Me gustaría colocar los murales en la entrada sur del nuevo Estadio, en uno de los lugares más destacados,” comentó el arquitecto a preguntas de los periodistas japoneses. Sin duda una buena noticia para los aficionados al sumo, que verán como su deporte nacional sigue estando muy presente en todas ya cada una de las competiciones que se disputen en los Juegos Olímpicos de Tokio.