Según informaba ayer nuestro compañero José Luis Corral en su página Cibersumo.com, la Nihon Sumo Kyokai ha aceptado de manera oficial la renuncia de Takanohana oyakata, el cierre de su heya y el traslado de sus rikishi a la Chiganoura-beya, en una reunión extraordinaria celebrada el lunes 1 de octubre en sus oficinas sitas en el estadio Kokugikan de Tokio.
El pasado martes Takanohana entregó su dimisión a la Kyokai, pero el máximo organismo del sumo japonés no la aceptó de manera inmediata, al parecer porque el propio Takanohana no había aportado la documentación necesaria. Este explicó que se había visto presionado a dimitir al no estar de acuerdo con el calificativo de «infundadas» con el que la Kyokai había tachado sus acusaciones de mala gestión por el «caso Harumafuji«.
Takanohana era el último miembro en activo del clan de los Hanada, uno de los más influyentes en este el mundo durante más de 50 años y que dio al sumo tres Yokozuna y un Ozeki. Con su definitiva salida de la NSK se cierra una etapa complicada para Takanohana, marcada por las continuas fricciones con la asociación. A principios de 2018 perdía su puesto en la ejecutiva de la asociación por no haber informado correctamente del incidente entre su rikishi Takanoiwa y el Yokozuna Harumafuji. En marzo remitió un escrito al Ministerio de Deportes acusando a la Kyokai de conducta improcedente en la investigación que llevó a cabo de dicho incidente, acusación que fue tildada de «infundada» por parte de la NSK. Ese mismo mes, Takanohana perdió dos grados dentro del organigrama de la asociación por ausentarse sin permiso del Torneo de Primavera y por haber permitido con su indolencia otro caso de agresión de uno de sus rikishi.
Takanohana abandona así el mundo del sumo y con él se evaporan las esperanzas de que la Asociación pudiera efectuar ciertas reformas que hicieran que el deporte nacional japonés, según palabras del propio Takanohana, «se convirtiera en un deporte del siglo XXI».
«Con él se evaporan las esperanzas de que la Asociación pudiera efectuar ciertas reformas que hicieran que el deporte nacional japonés, según palabras del propio Takanohana, “se convirtiera en un deporte del siglo XXI”.
¿Qué medidas pretendía adoptar para convertir al sumo en un deporte de siglo XXI?
Porque no creo que transformar el sumo en algo más parecido a cualquier otro deporte sea una buena idea. Es más, pienso que su mayor atractivo radica precisamente en su persistente sujección a las tradiciones.
No era cuestión de cambiar la esencia del deporte sino la de adecuarlo a los tiempos modernos. Por ejemplo quería modificar los horarios de los combates, para que los de Makuuchi se disputaran a partir de las 6, hora en la que cierran la mayoría de las oficinas y cuyos empleados se van a ver el béisbol cuando salen en vez de sumo (porque ya ha acabado). También hablaba de controlar muy seriamente el tema de los malos tratos en las heyas, así como modificar el sistema de pagos para que todos los luchadores, incluyendo los de las categorías más inferiores, tuvieran un salario establecido. Por ahí iban los temas.