El antiguo Ozeki Asanoyama, sancionado por romper el protocolo COVID y suspendido durante 6 torneos, está entrenando en su heya de cara a su inminente regreso a la competición en este próximo torneo de Nagoya. Concretamente el pasado viernes realizó veinticuatro combates, de los cuales la mitad fueron ante el Juryo Asanowaka, el único sekitori de la Takasago beya, con un resultado a su favor de nueve victorias y tres derrotas.
«Está mejorando constantemente. Ha pasado tiempo (un año) pero estará de vuelta en Nagoya, probablemente desde Sandanme, pero quiero que se esfuerce al máximo en este retorno a la competición» dijo su oyakata. La pérdida de su condición de sekitori ha hecho que Asanoyama no haya recibido ningún trato preferente durante este último año, teniendo que realizar todas las tareas de la heya como cocinar, limpiar, etc. como todos los demás luchadores de Makushita e inferiores. «Es igual que los demás, así que no hace falta ni decirlo. Esas son las reglas de la heya», añadió el oyakata. Además, ha estado viviendo en la heya en una habitación comunal con otros 3 rikishi.»Nuestros Makushita viven en las habitaciones de los Makushita», explicó Takasago Oyakata (antiguo Sekiwake Asasekiryu).
Según cuentan Asanoyama estuvo muy abatido durante los primeros meses de su castigo, pero poco a poco lo ha ido superando. «Al cabo de medio año parecía estar volviendo a ser el mismo de siempre y ha estado entrenando seriamente. Le aconsejé que no olvidara su sumo, aunque haya pasado un año. Tenemos un mes hasta el próximo torneo y estoy seguro de que se preparará mental y físicamente. Si lo hace como de costumbre cuando pise el dohyo el primer día lo hará perfectamente», resumió Takasago Oyakata.
