Hoy sábado se ha reunido el comité ejecutivo de la Nihon Sumo Kyokai para analizar los cambios que se van a producir en Japón en los próximos días y que van a afectar directamente al mundo del sumo. Se espera que el próximo lunes comiencen a relajarse las medidas de confinamiento puestas en marcha con la promulgación del estado de emergencia y que el regreso a la normalidad se haga en diferentes fases.
Para ello, según ha informado Shibatayama oyakata (antiguo Yokozuna Onokuni) a los medios de comunicación japoneses, la gobernadora de Tokio Yuriko Koike ha previsto tres fases para esta vuelta a una situación normal, aunque siempre con todas las precauciones debidas.
La primera fase va a incluir la reapertura de las actividades deportivas que se practican bajo techo, entre las que se encuentra el sumo. Por supuesto estas seguirán siendo a puerta cerrada, sin espectadores, pero se permite tanto la práctica en los estadios como el retomar las competiciones. Y precisamente este punto es el que ha motivado la reunión de la asociación.
La política a seguir por parte de la Kyokai es bastante simple: nada va a cambiar. Según el encargado de las relaciones públicas del mundo del sumo, «el levantamiento del estado de emergencia no significa que el Covid-19 haya desaparecido, el virus sigue ahí así que tenemos que mantener a nuestros empleados seguros de aquí a la disputa del torneo de julio».
El degeiko o visitas a otras heya para entrenar seguirá estando prohibido, al igual que todas las salidas innecesarias. El butsukari, el moshi-ai y otras prácticas de sumo que requieren contacto seguirán quedando a criterio individual de cada maestro de heya. La escuela de sumo para los nuevos luchadores, que debía comenzar en junio, ha sido cancelada hasta nueva orden.