Ya es oficial. El mongol Mangaljalav Anand, conocido por todos como Kakuryu, es desde hoy el 71º Yokozuna en la historia del sumo, el sexto extranjero en lograrlo y el cuarto de Mongolia, país que tendrá a tres de sus compatriotas en lo más alto del banzuke. La ceremonia por la que se le comunicaba oficialmente su nombramiento tuvo lugar esta mañana en la Izutsu beya, a la que acudieron Hakkaku oyakata (antiguo Yokozuna Hokutoumi) y Minato oyakata (antiguo Maegashira Minatofuji) en representación de la Nihon Sumo Kyokai. Esperándoles estaban el propio Kakuryu, Izutsu oyakata (antiguo Sekiwake Sakahoko) y su esposa.
La ceremonia tuvo lugar en el Templo Hoganji de la ciudad de Osaka, donde el luchador mongol recibió la confirmación oficial de su promoción. «Estoy dispuesto a centrar todo mi esfuerzo en entrenar aún más duro y que no quepa duda de que me esforzaré al máximo para no deshonrar el grado de Yokozuna», dijo el ya nuevo Yokozuna Kakuryu durante la ceremonia.
Kakuryu es el primer luchador en conseguir la promoción sin haber logrado dos títulos consecutivos desde que lo hiciera el Yokozuna Onokuni en mayo de 1987, gracias a la relajación de las condiciones para alcanzar este grado que incluyen ahora también la equivalencia a ganar el yusho, es decir, perderlo en un desempate como le ocurrió a Kakuryu en el pasado Hatsu Basho, algo de lo que no pudo beneficiarse el gran Yokozuna Takanohana (curiosamente quien ha enseñado a Kakuryu a realizar el dohyo-iri) cuando, a pesar de estar en las mismas condiciones en julio de 1993, vio como su promoción era postergada hasta que finalmente consiguió dos títulos consecutivos, siendo promovido en enero de 1995 con siete títulos ya en su haber.
El nuevo Yokozuna Kakuryu realizará el Yokozuna dohyo-iri estilo Unryu, al contrario que sus compatriotas Hakuho y Harumafuji que utilizan el estilo Shiranui, y sus primeras ceremonias tendrán lugar el próximo día 28 en el Templo Meiji de Tokio y el día 30 en el Gran Santuario de Ise, situado en la Prefectura de Mie y considerado el mayor santuario sintoísta de Japón.
Enhorabuena a Kakuryu. Sigo pensando que es una promoción algo arriesgada. Considero que habría que seguir el criterio tradicional de dos yushos consecutIvos.
De todos modos este ascenso cierra el intento algo patético que unos medios de difusión japoneses habían emprendido para lograr la promoción de Kisenosato.