La junta directiva de la Nihon Sumo Kyokai ha decidido sancionar con el descenso de dos rangos a Sadogatake Oyakata por no haber sido capaz de guiar bien al antiguo Ozeki Kotomitsuki y no haber evitado sus relaciones con el mundo de las apuestas ilegales que derivaron en el escándalo ya conocido que ha sacudido al mundo del sumo durante los últimos meses. Así, Sadogatake pasará de ocupar el rango de iin al de toshiyori normal, con un reducción de salario de 1.030.000 a 810.000 yenes mensuales. También Matsugane Oyakata ha sido sancionado con la misma pena por la reciente implicación de dos de sus rikishi (Juryo Matsutani y Sandanme Wakarikido) en el escándalo reseñado. Estos dos luchadores han recibido también la sanción de dos torneos de suspensión, más dura de la que recibieron los que reconocieron su implicación en primera instancia. Asimismo, el luchador de Sandanme Furuichi y el peluquero Kaiko han sido expulsados del sumo por ser parte directamente implicada en las apuestas ilegales.
En otro orden de cosas, el ex luchador mongol Daiyubu, que abandonó el sumo en el torneo de Nagoya, ha demandado a Shibatayama Oyakata y a la Kyokai por 70.000.000 de yenes. Daiyubu alega que fue golpeado por Shibatayama y que le quitaron el mage a la fuerza, siendo obligado a retirarse. «Todo está en manos de mi abogado, así que no tengo nada que decir,» comentó el Oyakata. Hanaregoma Rijicho sí habló con la prensa y dijo: «No tiene ningún sentido el que alguien deje el sumo y luego demande a su propio shisho después de que este le ha estado cuidando todos estos años. El luchador vino a nuestra heya (ambas pertenecen a la Nishonoseki Ichimon) después del Natsu Basho para anunciarnos su intención de retirarse y nada parecía estar fuera de lo normal. Aún llevaba su mage y pocos días después me enteré de que se lo había cortado y se había teñido el pelo. ¿Qué pasaría si cada vez que un rikishi se retira de repente demandase a su shisho pro esto o aquello?» También comentó que en el pasado hubo problemas con la actitud de Daiyubu. Preguntado sobre la presunta actitud violenta del oyakata, dijo que estaba dentro de los límites de la disciplina».