Las noticias sobre el escándalo de los amaños de combates están saliendo con cuentagotas, sin apenas nada reseñable que pueda aportar luz sobre las investigaciones que se están realizando por parte de la Kyokai. Tan sólo ha trascendido que al Juryo Kiyoseumi también se le considera culpable de haber arreglado combates por alguna cantidad económica. Y es que a pesar de que el luchador siempre lo ha negado, parece ser que las pruebas en su contra son abrumadoras.
Lo que se empieza a rumorear es que la investigación va a ser mucho más lenta de lo que se esperaba, y que si en principio se decía que podría llegar a suspenderse también el Natsu Basho, ahora resulta que incluso el Nagoya Basho está también en entredicho. Y es que, según informa el Yomiuri Shimbun, los investigadores podrían tardar hasta seis meses en analizar los teléfonos móviles de los luchadores, a lo que hay que sumar que no parece que los rikishi estén cooperando demasiado ya que la inmensa mayoría han declarado no saber nada de este asunto.
Lo que sí está claro es que todos los torneos no oficiales hasta el mes de Agosto han sido ya cancelados, y por lo que parece es muy probable que los oficiales finalmente tampoco se lleguen a disputar.
Es un palo, pero esto o se hace bien o puede ser el fin definitivo. Lo malo es que no todo el mundo es tan bienintencionado como yo, pero desde luego intentar hacer como que no ha pasado nada no es la solución.
Hay que investigar a fondo y sin reservas, pero cancelar tres bashos seguidos sería una paliza para todos, luchadores honestos y aficionados en particular. La policía tiene que poner más medios a disposición de los investigadores: es un asunto de primera importancia.