73º Yokozuna Terunofuji

Es la gran historia a escribir, la que nunca había ocurrido en el mundo del sumo, quizás comparada a la sequía de 108 años de los Chicago Cubs sin levantar el trofeo del Comisionado en la MLB, o quizás también como la historia del Middlesbrough, el modesto club de la Premier inglesa que necesitó 128 años de decepciones para conseguir el primer título de su historia… la de Terunofuji es también una aventura de superación, de no abandonar y de creer en uno mismo casi cuando ni tú mismo creías en ti.

Y es que mucha parte de culpa de que hoy Terunofuji haya sido nombrado Yokozuna la tiene su shisho, Isegahama oyakata (antiguo Yokozuna Asahifuji), que cuando peor pintaban las cosas, tras perder el rango de Ozeki en 2017 debido a las lesiones y a ciertos problemas físicos que a punto estuvieron de llevarle a la retirada, consiguió convencer al mongol de que no tirara la toalla y probase a remontar desde Jonidan, la quinta división a la que las ausencias mientras restauraba su cuerpo le habían hecho descender.

Su regreso a Makuuchi en julio del pasado año fue como el de un gigante (un kaiju) dispuesto a recuperar el trono perdido. Tres títulos y tres subcampeonatos avalaron primero su regreso al rango de Ozeki y ahora su promoción al de Yokozuna, en la que probablemente haya sido la mayor y mejor remontada realizada en deporte alguno en toda la historia.

Ahora solo nos queda esperar a ver si sus maltrechas rodillas, las que tanto daño le hicieron en el pasado, le permiten seguir con el mismo nivel estratosférico mostrado hasta ahora, ese que solo otra bestia de la naturaleza llamada Hakuho fue capaz de detener, quizás por última vez. Y es que la era de Terunofuji puede que no haya hecho más que empezar.