La crisis del coronavirus está poniendo patas arriba a todas las sociedades occidentales y Japón y el mundo del sumo no podían quedarse atrás. Primero fue la celebración del Haru Basho a puerta cerrada y con la espada de Damocles de la suspensión durante toda la competición. Después llegó el aplazamiento de los Juegos Olímpicos y la subsecuente cancelación del torneo de exhibición previsto para entonces. Ya unos días antes también se había cancelado el jungyo de primavera y dejaba a todas las localidades implicadas sin opciones de ver a los luchadores en directo.
Ahora quien puede sufrir las consecuencias es el Sekiwake Yoshikaze (actual Nakamura oyakata), retirado del sumo en activo durante el Aki Basho del pasado año y que tenía previsto celebrar su danpatsushiki o ceremonia de retirada el próximo día 3 de octubre en el Kokugikan de Tokio, pero que podría tener que retrasarlo si las condiciones no son las adecuadas para realizar un evento en el que haya de reunirse mucha gente.
«Me gustaría realizar mi danpatsushiki cuando todo el mundo pueda acudir sin problemas. Me estoy planteando el posponerlo y en cuanto se tome una decisión final se lo notificaré a todo el mundo. Hago llegar mis oraciones por todos los que han contraído la enfermedad y por sus familias», expuso en la página web oficial de su retirada y a través de Twitter.
Habrá que esperar a ver cómo evolucionan las cosas en Japón de aquí a octubre y que la decisión que se tome sea la más adecuada. Sin duda un luchador tan carismático como Yoshikaze se merece una retirada por todo lo grande.
